31/12/08 Copenhague-Mälmo

Madrugar creo que se va a convertir en una constante de nuestro viaje, es lo que tiene ir de vacaciones a conocer ciudades y no quedarse en la playita. Además tenemos que añadir el no haber visto el cartel donde ponía que la semana de vacaciones de Navidad el desayuno se prepara una hora más tarde. ¡Qué listos somos!
Bueno así hemos hecho piña y nos hemos puesto a charlar en la habitación de Almudena.
El desayuno ha estado rico o al menos a mí me ha sabido a gloria. Cuando hemos acabado hemos seguido visitando Copenhague, ya que ayer no vimos todo lo que se debe ver en esta ciudad.
Al mediodía nos hemos acercado a la estación para coger los billetes hacia Mälmo, es decir, ya hemos llegado a Suecia. Antes de subirnos al tren, hemos gastado nuestras pocas coronas danesas en un delicioso almuerzo. ¡Qué bien nos estamos alimentado!
En Mälmo tras alguna anécdota con el transporte público hemos llegado al B&B. La verdad es que me he sentido muy cómoda en esta ciudad, le gente me parece especialmente amable.
A la tarde, es decir, un poco pronto, nos ha dado por disfrutar de un poco de vino blanco que compramos en Copenhague, era nuestra forma de celebrar el cambio de año. Con las cartas la verdad que hemos pasado una buena tarde.
Luego nos fuimos a un sitio donde comentaban que había ambiente el día de Nochevieja. Quizás llegamos demasiado pronto, pero vimos poca juerga. Ahora, ningún problema, que la marcha la llevamos nosotros.
Lo cierto es que tras estar en un bar, celebrando este día a nuestro modo y cenar un sandwich que nos hicimos con nuestra provisiones a las diez y media estábamos de vuelta al B&B y... a las once durmiendo.
Esta ha sido nuestra forma de pasar Nochevieja, durmiendo y la verdad es que no me arrepiento de nada.
Una pena que al final Ismael se durmiera porque no ha podido disfrutar de sus uvas. La verdad es que estábamos tan cansados (vamos a decirlo así) que dormi en la juntura de las camas y no me enteré de los fuegos artificiales ni de las llamadas de mi familia.